Quiénes somos

Nuestra historia no puede entenderse sin su cabeza pensante: Milena García.

Maestras del Crimen es el resultado de una llamada telefónica que su tía Ana le hizo desde la redacción del 24 horas para hablar del caso Urdangarín cuando Milena buscaba un tema para su trabajo de fin de grado. Las reflexiones de su tía le hicieron comprender que la práctica periodística necesitaba, como agua de mayo, una formación mínima en criminología para poder informar con el rigor y la veracidad debidos.

Durante su trabajo de fin de máster profundizó en el tema y se decidió a poner en marcha el proyecto. Para ello, reclutó, en primer lugar, a una crack de la criminología como es Nuria Fernández con la que ha impartido cursos en prisión, escribe artículos, asiste a congresos y despotrica sobre el devenir de las cosas. Ambas comparten su pasión por la criminología, la perspectiva crítica feminista y el humor negro. Un tiempo después, ficharon a Andrea Molina que, al haber estudiado dos años de periodismo antes de volcarse en la criminología, transita con comodidad y conocimientos entre esos dos mundos y aporta una visión muy valiosa y una energía y entusiasmo únicos.

Al frente de la academia

Milena García

Milena García es hija, nieta, sobrina, prima, bisnieta y tataranieta de periodistas y ha crecido rodeada de gente que grita a la tele durante los informativos y que lee periódicos en papel armados con un bolígrafo y dispuestos a anotar, corregir o señalar hasta el más mínimo error. «Te he guardado estos artículos que podrían interesarte» o «No te puedes perder tal reportaje» son frases tan familiares para ella que le saben igual que el bizcocho de limón de su abuela.

De hecho, su familia es tanto del gremio que incluso ha vivido en una urbanización de Madrid llamada «La ciudad de los periodistas». Dada esta situación tan profesionalmente endogámica, todo apuntaba a que Milena, aficionada a la escritura desde la infancia, seguiría la senda familiar, pero no contaron con sus verdaderas vocaciones: llevar la contraria y complicarse la existencia.

Así las cosas, ha estudiado Criminología y un Máster oficial en Ciencias Criminológicas y Seguridad en la Universidad de Granada. Actualmente, estudia Psicología y, para reconciliarse con su familia, ha trabajado más de 16 años como redactora para distintos medios y tiene los títulos de Corrección profesional y Corrección de estilo de la escuela Cálamo y Cran.

Maestras del crimen comenzó a fraguarse a partir de la elaboración de su Trabajo de fin de grado y de esos polvos estos lodos o como se diga.

Nuria Fernández

Nuria Fernández proviene de un pequeño pueblo de la vega granadina. Próspero en años pasados, debido a la escasa modernización de la principal actividad que sustentaba al pueblo, la agricultura, pudo ver en primera persona los efectos de la desorganización social. Esto fue lo que a ella le llevó a estudiar criminología y aprender los mecanismos por los cuáles el desempleo, la clase social y las escasas oportunidades llevaban a la delincuencia.

Fruto de sus prácticas curriculares en el centro de internamiento de menores infractores San Miguel de Granada, adquirió una sensibilidad especial hacia los menores ya que pudo corroborar todo lo estudiado en la vertiente más sociológica de la criminología, lo que la llevó a estudiar el máster en Criminalidad e Intervención Social con Menores, a la vez que cursaba un Experto en Violencia de Género. Debido a su pasión por su área de estudio, decidió continuar para doctorarse en Criminología, lo que ha concluido el presente año.

En este camino, se reencontró con una excompañera de carrera, Milena. Pudieron ver como compartían la misma pasión por la criminología, el mismo interés en el feminismo y la preocupación por el papel que tienen los medios de comunicación en la percepción social del delito. Por ello, a Milena le pareció la candidata ideal para acompañarla en su proyecto Maestras del crimen.

Andrea Molina

Movida por el afán de investigar e indagar sobre la verdad de lo que ocurre en el mundo, Andrea es una granaína que empezó su aventura académica como estudiante de Periodismo en la UMA. Sin embargo, su verdadera pasión siempre fue la criminología: la curiosidad acerca de cómo las personas llegaban a tomar la decisión de delinquir y el conocer todo sobre el mecanismo criminológico de un suceso es lo que la impulsó a estudiar esta ciencia multidisciplinar.

Al graduarse en criminología, continuó especializándose con un Máster oficial en Ciencias Criminológicas y Seguridad en la Universidad de Granada, lo que compaginó con todo un año como redactora freelance aprovechando sus conocimientos en periodismo.

Inspirada por la charla que Milena impartió cuando ella cursaba segundo de carrera, cierra este año tan fructífero con su trabajo fin de máster: un análisis sobre la Percepción social del tratamiento sensacionalista del delito por los medios de comunicación. Sin saber que, más tarde, esto volvería a cruzar sus caminos.

Tenía claro que su vocación era la criminología, hasta pensó en opositar a prisiones, pero sabía que estar encerrada no era lo suyo. Tras unos meses dando tumbos, desde Maestras del Crimen la contactaron para formar equipo y adentrarse en el estrepitoso mundo que une periodismo y criminología. Ahora afronta esta nueva etapa con muchas ganas e ilusión.