¿Otra vez hablando con los vecinos para que os hagan el trabajo? ¿Pero no habíamos quedado en que eso no aportaba información útil? ¿Acaso no se ha repetido hasta la saciedad que los diagnósticos de vecindario no son una fuente de información apropiada?
Señoras y señores del Faro de Vigo: tenían en sus manos una noticia relevante sobre las consecuencias nefastas que ha supuesto el abandono institucional a personas vulnerables.
Tenían la capacidad y los argumentos para denunciar públicamente que la responsabilidad de este crimen no debería recaer sobre los hombros de una persona que padece una enfermedad mental, sino sobre la inacción culpable de la Junta de Galicia y la Fundación pública gallega para la tutela de personas adultas (FUNGA).
Y en vez de hacer un gran trabajo, han decidido permanecer insustanciales haciéndose eco del boca oreja vecinal, haciendo comentarios despectivos con tufo misógino hacia una de las familiares entrevistadas y hablando de si la víctima vivía en una casa con más o menos personas para que los estereotipos no decaigan.
Nos rompéis el corazón.
No os proponemos un nuevo titular, os proponemos que adoptéis una visión un poquito más amplia y que recordéis cuál es el papel del trabajo periodístico.
Subscríbete a nuestra newsletter
Si te gusta lo que publicamos
