La de volteretas que han tenido que dar quienes han redactado esta noticia para terminar con este titular indignante.
Un padre y una hija muertos y la madre herida. ¿Qué habrá pasado en ese domicilio de Bilbao? ¡Pobre familia! ¿Habrá sido una fuga de gas? ¿Un techo que se ha desplomado? ¿Una intoxicación?
¡No! Es un caso espantoso de violencia vicaria en el que otro hombre más decidió que las vidas de su pareja y de su hija le pertenecían para hacer con ellas lo que le diera la gana y luego, para no afrontar las consecuencias, se suicidó.