Este titular de El Mundo tiene dos partes que, de forma nada inocente, no están bien conectadas.
La primera es «Un policía municipal inmoviliza a un presunto ladrón». Hasta ahí todo bien, un policía haciendo su trabajo.
La segunda parte… ya tal, como diría el gran orador M. Rajoy, porque «que acabó asfixiado en Torrejón» es, al parecer, un hecho sin relación.
Quizá llevaba un fular muy largo y se enganchó con la rueda del coche a lo Isadora Duncan. Quizá practicaba la asfixia autoerótica y se le fue de las manos o puede que metiera la cabeza en una bolsa como parte de un juego de rol llamado Secuestros en el Súper Extreme Survival.